En el medio siglo largo transcurrido desde la creación y funcionamiento de la CHG, este Organismo Autónomo ha proyectado y abordado numerosas infraestructuras que debe explotar, mantener y modernizar. Son principalmente las infraestructuras de regulación (presas de embalse) que laminan las avenidas y aseguran el suministro de agua para abastecimiento y regadío en toda la cuenca. A ellas se añaden las conducciones necesarias para el suministro de agua a las zonas regables (canales principales y secundarios, redes de acequias y redes de drenaje), así como la red viaria aneja a unas y otras. A estos lista-dos de infraestructuras se han agregado otras que existían con anterioridad a la creación de la CHG (p. ej. las presas de Cornalvo y Proserpina, cerca de Mérida; la presa de Gasset que abastece a Ciudad Real, etc.).
La propia creación de la CHG arranca del complejo de obras de regulación del Guadiana y la puesta en riego de más de 100.000 hectáreas, de lo que se conoce como el Plan Badajoz (principalmente los años 50 y 60 del pasado siglo), consistente básicamente en la construcción de las grandes presas de Cijara, García de Sola, Orellana y Montijo sobre el río Guadiana y la de Zújar sobre este otro río. A ellas se añadían las redes de canales principales (Orellana, Zújar, Montijo y Lobón) y secundarios, redes de acequias, red viaria y demás actuaciones de preparación de las citadas áreas de regadío, entre las que destaca la construcción y urbanización completa de numerosas localidades del citado Plan Badajoz. En la Cuenca Alta se concluían las obras de regulación y puesta en riego de las respectivas zonas de Peñarroya y El Vicario y en la provincia de Huelva la presa y el canal del Piedras.
Con posterioridad, la CHG ha abordado una buena parte de las infraestructuras para abastecimiento de las respectivas poblaciones y comarcas de la cuenca hidrográfica, así como las correspondientes de saneamiento y depuración. Igualmente ha realizado prácticamente todos los encauzamientos de ríos y arroyos en los tramos urbanos de la cuenca y pequeñas presas “de agujero” sobre arroyos antes de entrar en unos y otros pueblos.
A comienzos de los años ochenta del pasado siglo se incorporaron al Plan General de Obras Públicas una serie de infraestructuras que citamos someramente:
-En la Cuenca Alta se abordaron las presas del Puerto de Vallehermoso y La Torre de Abraham y la consiguiente zona regable de Bullaque, a las que seguirían durante los años noventa las presas de La Cabezuela y La Vega del Jabalón.
-En la Cuenca Media se aborda un ambicioso y completo programa de regulación con las presas de Los Molinos del Matachel y Villar del Rey, a las que siguieron las de Tentudía, Cancho del Fresno, Alange, La Serena y las de regulación del río Lácara (Horno Tejero, El Boquerón y Los Canchales), así como el canal de las Dehesas y la conclusión del canal del Zújar. En esta Cuenca Media y durante los años no-venta se continuaba con más infraestructuras de regulación en la margen derecha (Ruecas, Sierra Brava, Gargáligas, Cubilar, etc.).
-En la Cuenca Baja el embalse del Piedras quedaba escaso y se abordaban el Canal del Granado y las presas del Chanza, Los Machos y Corumbel para una mejor garantía de poder atender los abastecimientos, suministro a la zona industrial de Huelva y para las demandas crecientes de regadío en esas comar-cas costeras.
Se trata de una lista de infraestructuras abordadas en toda la cuenca, ya en explotación y que citadas así, de corrido, no trascienden hasta los niveles que cada una de ellas posee.
En los últimos años se han llevado a cabo otras infraestructuras, entre las que se citan como más recientes el recrecimiento de la presa de Torre de Abraham, el Túnel de trasvase reversible entre los embalses de Orellana y Zújar, la presa del Andévalo y la de Jarrama, el encauzamiento y adecuación urbanística de los ríos Guadiana y Albarregas en Mérida, el encauzamiento de los ríos Rivillas y Calamón en Badajoz, la presa de La Colada y la nueva conducción de agua desde Villar del Rey a Badajoz (abordadas éstas dos últimas por Hidroguadiana).
En la actualidad, en fin, otras grandes actuaciones son la Conducción desde el trasvase Tajo-Segura para el abastecimiento a 58 localidades de la Llanura Manchega y las presas de Villalba, Alcollarín y Búrdalo en la Cuenca Media. A las obras citadas se suman muchas otras abordadas para mejorar los abastecimientos y sobre las presas y embalses, de recrecimiento, impermeabilización, instalación de elementos mecánicos, infraestructuras de toma y de la red viaria, de adecuación ambiental y sobre aspectos socio recreativos, etc.; asimismo, en los canales se abordan continuas obras de limpieza, impermeabilización, sustitución de paños o de tramos completos, recrecimiento, actuaciones sobre picos de pato, sistemas de compuertas y demás elementos mecánicos, instalación de automatismos y muchas otras. En la última década ha habido importantes actuaciones para mejora ambiental (dentro del Programa de Restauración Hidrológico-Forestal). Desde 2005 citamos los trabajos de control y limpieza del “Jacinto de agua” (“camalote”) en el tramo del río Guadiana comprendido entre la desembocadura del Ruecas y el embalse de Montijo (unos 75 km), que ha requerido una notable inversión económica. A destacar finalmente las actuaciones de emergencia abordadas para mejorar los recursos de agua a Las Tablas de Daimiel.