Este documento tiene un horizonte inmediato de actuaciones de diez años, es decir desde el 2016 hasta el 2025. Según se desprende del mismo, y de la experiencia acumulada desde la aparición del camalote en la cuenca del Guadiana, además de los trabajos continuados y constantes para su control y erradicación, se considera necesario el estudio de los posibles impactos ambientales que esta especie pueda estar generando, dirigido a identificar y conocer las interacciones que se están produciendo entre el camalote y el resto de elementos que componen los ecosistemas acuáticos de la cuenca del Guadiana.
En este contexto, el objeto de estos trabajos es llevar a cabo diferentes estudios destinados a la monitorización y seguimiento, en la medida de lo posible, de los posibles impactos ambientales que el jacinto de agua pueda estar generando en la Cuenca del Guadiana desde su aparición, así como identificar y desarrollar las posibles líneas de actuación para realizar un seguimiento lo más efectivo posible de los impactos esperados de cara al futuro.